Con el desafío de convertir a Bolivia en el centro energético de la región, en un escenario cambiante donde cada país tiene sus propias decisiones y políticas al respecto, fue inaugurado el IX Congreso Internacional Bolivia Gas & Energía “Nuevas fronteras energéticas: Los desafíos de Bolivia en este contexto”. El vicepresidente Álvaro García Linera en su discurso inaugural destacó las millonarias inversiones del Gobierno en exploración, explotación e industrialización.

El vicepresidente dijo que la intención del Gobierno es diversificar los usos del gas y producir energía eléctrica para complementar la oferta del Estado a los mercados internacionales, para lo cual se tiene previsto invertir 1.400 millones de dólares para generar de 500 a 600 megas.

Por su parte Claudia Cronenbold Harnés, presidenta de la CBHE, en su discurso de apertura destacó que pese a la caída del precio del petróleo, el mundo de la energía aún está reacomodándose para seguir adelante y que el sector ha entrado en un punto de inflexión que, como se trata de un sector de ciclos largos, solo tendrá resultados visibles en los próximos años.

“La caída del precio de los hidrocarburos, las decisiones globales respecto al Cambio Climático y la desaceleración económica mundial, entre otros, están impulsando a una transición energética hacia procesos innovadores que busquen más eficiencia y hacia fuentes menos contaminantes y más sostenibles. Las nuevas fronteras de la energía marcan el futuro del suministro, incluyendo la superación de retos en los ámbitos económico, social y ambiental”, puntualizó la titular de la CBHE.

Cronenbold puntualizó que el equilibrio necesario para la sostenibilidad está marcado por lo que el Consejo Mundial de Energia llama el Trilema Energético: es decir;

· garantizar la rentabilidad de las inversiones necesarias para contar con seguridad en el suministro energético,

· asegurar el acceso a la energía para todos y,

· garantizar el cuidado del medioambiente. Es en ese contexto que Bolivia se plantea convertirse en el centro energético de la región, en un escenario en que todos los países tienen sus propios objetivos al respecto.

La titular de la CBHE dijo que el país consume alrededor de 1400 megavatios de electricidad y que Bolivia busca exportar 8.000 megavatios en los próximos años, lo cual plantea un desafiante escenario que conlleva construir una serie de hilos conductores desde la parte técnica hasta la legal y comercial.

En este contexto tienen, una participación muy importante las empresas de servicio tanto en el sector hidrocarburos como en el eléctrico, toda vez que son quienes hacen posible la ejecución de los proyectos. Estas empresas tienen el desafío de trabajar en un nuevo escenario de precios bajos y de relaciones comunitarias complejas y con una fuerte presión para optimizar los costos.

A criterio Cronenbold las economías de los mercados regionales del gas natural pasan por momentos complejos, lo que repercutirá en las negociaciones de nuevos acuerdos de compraventa.

“Precisamente para conocer, aprender, debatir y analizar los diferentes escenarios que se presentan en este momento y al mismo tiempo visualizar el futuro del mundo de la energía estamos aquí una vez más, con nuevas preguntas para hacernos, esperando enriquecer nuestros conocimientos de quienes nos acompañan estos dos días como conferencistas”, puntualizó la titular de la CBHE, al tiempo de ratificar el compromiso institucional y personal de contribuir al éxito de los objetivos de la agenda 2020 - 2025.